Nos dirigimos hacia una nueva Reunión Lacanoamericana de Psicoanálisis, situada en la ciudad de Mar del Plata, en el 2024.

Cada Reunión Lacanoamericana deja su huella, su impronta. Ésta, la que toca a nuestro tiempo, la concebimos como el oleaje del mar: se gesta con trabajo, alcanza su cresta en los días del encuentro y se disuelve -también con trabajo- hasta la próxima, donando vida nueva al litoral de nuestro discurso.

Estamos en los tiempos de gestación del movimiento que arma la Reunión. Nuestra tarea ya siente el empuje de las instituciones convocantes que van armando el nuevo oleaje. La disolución propia del dispositivo hace al borramiento necesario de la marca, para que, si las instituciones convocantes lo deciden, sobre ella otra se inscriba.

Seguimos una huella, la del sello “Lacanoamericanos”, nominación de Lacan a sus lectores, aquellos que no estaban afectados por la “pantalla de su persona”, según su propio decir. Con su presencia en Caracas quiso verificar en qué medida pudo “pasar” su enseñanza, sin que nadie se arrogase su representación, más que sus propios escritos.

Si en cada reunión queda verificar la vigencia de su enseñanza, si ha de pasar como letra viva, ni religiosa, ni ecolálica, es porque no hay garantías. La experiencia del Inconciente está hecha de lalangue, que incluye lalacano para nosotros. Esperamos que los efectos de la enseñanza de Jacques Lacan en los analistas tomen cuerpo en cada testimonio, en cada producción que la reunión ponga a circular, vivificando el surco abierto por el descubrimiento Freudiano.

El dispositivo se nomina reunión. Como la operación matemática, se trata de elementos heterogéneos, que no hacen universo. Tal como la mujer, se cuentan una por una y cada vez.

Implica una distribución por sorteo de los trabajos y todos los participantes cuentan con el mismo tiempo para su exposición: 30 minutos que incluye el tiempo de interrogación y comentarios.

Este dispositivo tiene un cometido: echar por tierra las jerarquías imaginarizadas y abrazar la idea de que cada cual, en ese instante, vale por lo que dice.

Los invitamos a participar de cuerpo presente, con sus escritos, para realizar aquello de que “el analista es al menos dos: el que produce efectos y el que a esos efectos los teoriza”. Esta reunión los invita a tomar la palabra, a dejar pasar su enunciación, con los matices singulares que la enseñanza imprime en cada uno, en este tiempo y este espacio, en la luminosa ciudad de Mar del Plata, en el Gran Hotel Provincial.

Las instituciones anfitrionas: Escuela Freudiana de Mar del Plata, Convocatoria al Psicoanálisis y Clínica del Cartel los invitamos con alegría y entusiasmo a presentar sus producciones y a escuchar e interrogar los trabajos de otros.

Nuestro desafío es que esta Lacano cuente, entre en la cuenta. Sobre ello no hay garantías, sino el deseo de propiciarlo. Siguiendo la huella nos orientamos según la política del psicoanálisis: el síntoma. Las nuevas generaciones de analistas no caerán del cielo; somos responsables de relanzar el discurso, de su movimiento, de despertar el deseo por la práctica clínica, tomando a cuenta de cada cual una trasmisión.

Ocasión especial de esta lalacano para interrogarnos: ¿seremos capaces de ubicar el faro de nuestro tiempo?